Existió un hombre para el que escribí mis mejores poemas.
Fue el mismo al que le mostré mi alma y le entregué mi corazón.
Existió alguien con quien empecé a soñar.
Fue quien me encandiló, me enamoró y logró vulnerarme.
Hubo un ser a quien le abrí las puertas de mi vida.
Fue quien conoció mis secretos, mis miedos, mis inseguridades.
Encontré a alguien que dio vuelta a mi mundo,
que me hizo reír y llorar,
que me empujó a cometer locuras
y a hacer todo por estar a su lado.
El mismo que no quiso quedarse conmigo.