Hay casualidades bonitas
y luego estás tú,
mi pequeño caos.
domingo, 8 de noviembre de 2015
Quisiera ver un mensaje tuyo. A las siete de la mañana, a las cuatro de la tarde, o a las once de la noche. La hora me es indiferente, pero escríbeme algo, lo que sea. Te necesito.
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