Cuando el
fresno fue creado puso celoso a los otros árboles porque era el más hermoso, no
se podía decir nada malo de él. Pero en invierno cuando el fresno perdió sus
hojas, los árboles notaron sus brotes negros y empezaron a reír… “miren, miren
al fresno y sus dedos como tizne”. Siempre distingues al fresno en invierno por
sus brotes negros…
Hojas como
corazones…
En realidad… en
invierno vemos el alma de los árboles, en verano todo es verde e idílico pero
en invierno las ramas y los troncos sobresalen, las ramas cargan las hojas
hacia la luz solar, es una larga lucha por sobrevivir.
Conocí a este
chico… Jheromm, que es como ese pedacito de canción que se canta con más ganas,
o mejor aún… para mí… mi árbolito de fresno. ¿Por qué, por qué? Porque él es
precioso sin importar lo que digan o piensen de él, él es un mundo, un mundo
precioso con paisajes y curvas, un mundo precioso con un cielo estrellado de
pensamientos.
Es un conjunto
de hermosas virtudes, muchas más de las que crees.
Es lo que me
hace sentir.
Es increíble,
aún cuando la vida le dice lo contrario. Es constelaciones de lunares preciosos
repartidos por todo su cuerpo, pidiendo a gritos besos sinceros, plagados de
ternura.
Es calma… un
reflejo de la Luna llena en las pupilas de aquellos que lo ven.
Es este y
oeste, es norte y sur. Es más que un conjunto de direcciones.
Es un mar de
sentimientos, es el sueño de alguien por las noches, es lo que sabes y ni te
imaginas.
El árbolito de
fresno es mi alegría en mis días grises, es mucho, mucho más de lo que te
puedes imaginar.
Y no
desesperes, que los viejos amores no han sabido apreciar la obra de arte que
por un momento tuvieron…
Es un poema a
medio escribir… y esos son los que más valen…
Oh, mi árbolito
de fresno.
Merece ser
besado cada día de la semana, que se preocupen por él…
Merece que le
canten canciones al oído, que le pregunten cómo ha estado su día, que le
abracen fuerte, que le besen la frente.
Merece que le
tomen de la mano en público, tremendamente orgullosos de portarla entrelazada a
la suya.
Merece amor,
porque da amor, porque es amor.
El fresno que
tiene las más bellas hojas del bosque... no merece esas madrugadas frías donde
te preguntas por qué pasó, por qué se fue sin ninguna explicación, no merece
sentirse insuficiente, sin saber qué hizo mal.
Jheromm,
mereces vida, cariño, comprensión, pero sobre todas las cosas, mereces ser
amado, tal y como tú eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario