lunes, 29 de diciembre de 2014

Doce.

El amor no era sólo decir palabras bonitas.
Era un helado a las seis de la tarde, una película desde el ordenador. Parques con césped que se convertían en lunas de miel, y canciones con letras bonitas de fondo.

Pero entonces a alguien se le ocurrió que el amor era demasiado aburrido.
Y romper corazones se volvió una moda muy fea. La costumbre de sentirnos heridos y solos, se convirtió en algo común entre la gente y el nuevo tema de conversión de la sociedad, era si estabas bien o estabas mal.

El amor, no ha sido perfecto. Nunca. Jamás lo será. Yo sólo me conformo con la idea de lo bonito que puede ser querer a alguien. Sin ataduras. Y el no saber que es para siempre, dan ganas de luchar cada día para que así sea.
Me siento segura de la vida que llevo y de con quien.
Hagamos que el amor sea algo más bonito que hablar. La gente no merece estar triste. Necesita ilusiones que se conviertan en decepciones.
Necesita promesas que se cumplan.

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