lunes, 17 de agosto de 2015

No pretendo hacer constancia de mi pesimismo respecto al amor, sólo recordar a quienes aman que el amor para algunos es inalcanzable, con el sabor amargo de unas lágrimas mudas que siempre interrumpidas, respetan el sonido de un corazón aflijido.


Me ha vuelto a pasar o lo he vuelto a hacer; he dejado mi cuerpo caer, como quien tira un saco lleno de piedras al fondo de un océano, así me hundí, y yací, rápido y sin tiempo para pensar, ahora yazco inerte en ese océano, el océano del amor donde siempre sentí que el cuerpo pasaba a un segundo plano por el simple hecho de amar, quedando únicamente un corazón latente dividido en dos mitades que sólo parece ser sanado por mi incompleta alma, aunque su intento bano de aliviarme sea meterse en el hueco de la herida y hacerlo más pequeño.
El tiempo no hace las vendas para curarme, al contrario, cada día pasa siendo como el anterior, y comprimo mi pecho para hacer más llevadero este corazón roto, intento olvidar palabras que aveces hasta me esfuerzo en recordar por sentir que mi amor y cariño no está mal del todo malgastado, malgastado en otra persona que no soy yo, ahora repito lo que decía al silencio con constancia, pero sin los nervios ni la ilusión por ver una reacción, sólo como una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario