Él tiene unos ojos bonitos, y su cabello es muy suave y largo, es delgadito y me encanta su voz, hablar con él fue como llenarme de amor, toque su mano y es educado. Caminar a su lado fue maravilloso, mirarlo de cerca lo hace más precioso, ojalá pudiera tenerlo siempre para besarle los párpados y cantarle todo lo que siento por su persona, prepararle su desayuno favorito y acostarnos a mirar las estrellas en la noche, leerle poemas, escribirle epopeyas; está presente en mis sueños aunque ni esté conmigo cada día, escucho una canción de amor cuando pienso en él, y me alegro al recordar la primera vez que hablamos, ojalá pueda pasar más días con él y conocerlo, llenarme de él, tocar su alma y deslizarme por sus pestañas, dios, es hermoso, jamás me canso de mirarlo.
Ese muchacho que mi torpe corazón eligió, no sale de mis pensamientos, está indirectamente presente todo el tiempo, deseo tanto a volver a hablar con él, pronunciar su nombre tan perfecto, él y su carita bonita me robaron entero el corazón.
Ojalá tú si pudieras perdonarme,
me salvaste la vida.
¿Y porqué fui yo incapaz de salvar la tuya?
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