He querido querer tantas veces que al final lo he hecho de tantas formas.
A pesar de que sabía que dolería, que serían los clavos oxidados guardados en todos los rincones de mi pecho. A pesar de que sabía que serían la sal que echo a las heridad.
A pesar de que serían las espinas clavadas entre mis costillas.
A pesar de todo, quise.
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