miércoles, 14 de junio de 2017

Ojitos de charco.


Empezó a llover pero dentro de mí.
Tan dentro que no salió ninguna lágrima,
la que lloraba era mi alma.

Tengo ganas de llorar,
de romper todo, de gritar.
Pensé que todo iba bien,
pero siempre hay algo que lo arruina.

No pensé que sentiría esto en mi pecho otra vez,
que sentiría la soledad,
que sentiría ganas de llorar
y dormir todo el día, que sentiría ganas de morirme
por no aguantar más.

No pensé que volvería a lo mismo
nuevamente.


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